Un cambio de tendencia (1/2)

22 de julio de 2013

Tendencias

Un estudio de Deloitte afirma que en 2012, tras varios años de reducción de presupuesto que obligaban a TI a centrarse en reducir costes, por fin aparecen objetivos habilitadores: poder realizar cambios ágiles que posibiliten oportunidades de negocio y el crecimiento de las empresas.

Los últimos años de crisis han forzado a los departamentos de TI ha reducir costes. Desde el punto de vista de TI como un proveedor de servicios, el mejor aprovechamiento de los recursos técnicos y materiales han provocado que el concepto “productividad” haya sido un “must”.

Si su departamento de TI todavía se encuentra en esta situación, debe saber que sólo hay dos opciones: resignarse a asumir un recorte presupuestario o bien aprovechar ese recorte para hacer reformas.

Si por limitaciones de presupuesto he tenido que prescindir de un 10% de mis técnicos, ¿prestaré un 10% menos de servicios? ¿lo haré un 10% peor? ¿o aprovecharé esta situación para optimizar e intentar conseguir lo mismo con menos?

Si queremos que el departamento de TI sea un factor clave en los resultados de negocio, debemos trabajar para que una reducción de recursos impacte lo mínimo posible en los servicios prestados y su calidad. Para ello tendremos que extraer el máximo valor de los recursos existentes aplicando.

Por ejemplo, podemos trabajar en mejorar la coordinación entre Gestión de Activos y Gestión de la Capacidad con el resto de procesos ITIL implantados en su organización:

  • identifique recursos tecnológicos infrausados y deles uso o retírelos

  • valore las posibilidades del cloud computing y del software as a service (SaaS) para convertir gastos de adquisición en un alquiler.

También puede repasar su Catálogo de Servicios e identificar los niveles de servicio pactados con los clientes (SLA). Quizás pueda renegociar los niveles de servicio internos (OLA) o, más importante aún, los niveles de servicio pactados con proveedores (UC). Un nivel de servicio menor será más barato y quizás sea suficiente para cubrir las necesidades reales.

Recuerde que la Gestión de Incidencias es el proceso perfecto que puede sugerir mejoras. La reducción de las incidencias supone, además de menos molestias para los usuarios, un ahorro de costes y horas. Esas horas pueden permitir reasignar técnicos a otras actividades y minimizar el impacto de una reducción de personal impuesta por la reducción drástica de presupuesto. No obstante, no olvide que para identificar y aplicar mejoras en la Gestión de Incidencias deberá operar el proceso de Gestión de Problemas.

Si ya ha superado esta fase, en el próximo artículo --la parte 2/2-- le explicaremos cómo la Gestión de Servicios de TI, basada en ITIL o en ISO 20000, le permitirá realizar cambios ágiles que posibiliten oportunidades de negocio y el crecimiento de las empresas.

José Luis Fernández Piñero

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