Tecnología no planificada en negocios tradicionales
No soy yo de los que les salen sarpullidos cuando les toca hablar con abogado, juez, procurador u otros actores del mundo de las leyes, que nadie me malinterprete. Pero creo que estaremos más o menos de acuerdo en que ese mundo de las leyes, otra cosa no, pero tecnológico tampoco lo suele ser… o no lo era, y por tanto la planificación en este área brillaba por su ausencia.
Y es que los tiempos cambian, y la tecnología llega a todos los sitios, y sobre todo, a todos los sectores. Da igual lo atecnológico que parezca el sector, a día de hoy, ya no es capaz de sobrevivir sin la tecnología (o no le faltará mucho).
¿Cuántos restaurantes no dependen ya de la tecnología para tomar la comanda en la mesa, sacar el pedido directo en la cocina, y anotarlo en la caja para luego sacar la cuenta?
¿Cuántos hoteles, gimnasios, peluquerías, dentistas,... no gestionan ya sus agendas de manera digital?
Pues a cualquiera de ellos, unamos también el mundo legal, algo tradicionalmente tan poco digital. ¿Lo dudas? Pues échale un vistazo a esta noticia, o a nuestro análisis en este post. Un estupendo ejemplo de negocio tradicional digitalizado, pero tristemente, sin una adecuada (o nula) planificación.
Nos guste o no, la tecnología no es un mal necesario, es una herramienta estupenda con la que mejorar la eficacia y eficiencia de cualquier negocio, tradicional o moderno. La tecnología ya no es solo para negocios o sectores modernos, desde hace años, ya lo es para todos. Vivir de espaldas a esos avances y realidad, no hará otra cosa que restar productividad a nuestros negocios (y restar productividad, de una u otra forma, es restar ingresos y/o aumentar costes).
Pero subirse al carro de la digitalización requiere de una adecuada planificación, tanto para dar el primer paso, como para posteriormente mantener los sistemas al día. Implantar un servicio TI para soportar un proceso de negocio no es un proyecto puntual “one shot” que se ejecuta ya ya está, luego requiere de un mantenimiento adecuado, correctamente planificado (no como ocurrió con el caso de la noticia anterior)
Tecnología sí, sin duda, pero bien planificada, tanto para poner en marcha, como para mantener a futuro. Huyamos de la tecnología no planificada, ni oportunista, ni olvidada.
Jandro Castro.