Cuidado con la complejidad de los procesos - Menos es más
Menos es más, o “efecto KISS” (Keep It Simple, Stupid) si lo prefieres más cool, llámalo como quieras, pero por favor, nunca te olvides de esta máxima. Deja de lado la complejidad de los procesos.
Por qué evitar la complejidad de los procesos
Los procesos no son para escribirlos en eternos documentos llenos de flujos y esquemas, son para implantarlos, para que funcionen, y sobre todo, para aportar nuestro granito de arena en la generación de valor al negocio (directa o indirectamente). Cuanto más compliquemos las cosas, más tiempo nos llevará pensarlas, más tiempo documentarlas, más complejas de explicar, y más proclives a errores en su ejecución (la verdad, no parece una buena forma de generar valor...). No reinventemos la rueda ni busquemos soluciones complejas a pequeños problemas, hay que ser mucho más prácticos y ejecutivos!
Partamos de la solución mínima razonable para cada uno de los procesos a implementar o problemas a resolver, y utilicemos las lecciones aprendidas para aplicar ciclos iterativos de mejora continua. Si al final nos hace falta llegar a la solución compleja que sospechábamos al comienzo, vamos a llegar igualmente, pero con más seguridad, ya que realimentaremos el proceso con la experiencia real de haber comenzado con algo más sencillo, en lugar de realizar propuestas de solución basadas solo en supuestos teóricos.
Y bueno, si finalmente no hacía falta llegar a soluciones tan complejas y te sirve algo mucho más sencillo, eso que te habrás ahorrado solo por haberlo probado antes 🙂
Un saludo,
Jandro Castro.