Aeropuertos y hoteles: mi mejor oficina
Resulta paradójico que, en muchas ocasiones, las habitaciones de hotel o las salas de espera de los aeropuertos se acaban convirtiendo en la mejor de mis oficinas. Es posible que sean un poco incómodas pero fomentan tremendamente mi productividad.
Suena raro, pero la mayoría de mis mejores ideas nacen siempre en un aeropuerto o después de una cena, en la habitación de un hotel. Cuando uno viaja constantemente, a veces, la vuelta a la oficina se complica más de lo previsto con mil llamadas de teléfono, demasiado correo que atender, agenda con ciento una reuniones y temas que tratar con todos los compañeros, con lo que en ocasiones resulta complicado intentar sacar ideas adelante. Además, después de días fuera de casa, uno se muere de ganas de disfrutar de la familia -obviamente-, con lo que hay una regla mágica que no se debe olvidar: cuando se apaga el portátil en la oficina, se acaba el trabajo: tiempo de disfrutar de los tuyos (sobre todo de los más pequeños).
Con semejante panorama, nada mejor que unas horas de espera en algún aeropuerto, solo y sin nadie que nos moleste, para poder pensar en las ideas siempre pendientes, analizar pros y contras de cada nuevo proyecto de ITSM software, o incluso -por qué no-, dibujar las primeras pantallas de nuevas aplicaciones.
¡Eso sí, qué sería de las ideas si después no pudiésemos llevarlas a la oficina y compartirlas con un equipo de élite Proactivanet que convierta unas simples divagaciones en toda una realidad!
Jandro Castro