Software libre y gratis no es lo mismo
En los tiempos que corren, los proyectos de inversión en nuevos productos software son analizados con lupa, pero muchas veces la lupa no ofrece una visión clara de la situación y se acaban confundiendo términos. Software libre y software gratuito no tienen por qué ser obligatoriamente sinónimos y, en muchas ocasiones, este tipo de software libre puede acabar saliendo mucho más caro que la compra de licencias comerciales.
Dicen que hay crisis o, eso se escribe en los periódicos, y ahora la fiebre de no gastar en nada y hacer más con menos lo inunda todo, incluyendo los departamentos de TI. ¿Comprar licencias de ITSM Software cuando hay opciones libres! ¿Estás loco? ¡Por qué gastar cuando hay cosas gratis! Tristemente, este razonamiento está presente en la adquisición de software para muchos proyectos, pero no se debería lanzar tal afirmación tan a la ligera. Poner en marcha un software (en nuestro caso un software específico para ITSM) no implica sólo la compra (esa es sólo una parte), hay que instalar, parametrizar, adaptar, poner en marcha y formar a técnicos y usuarios; pero, sobre todo, mantener el sistema para el futuro, garantizando su estabilidad y disponibilidad, con las consiguientes actualizaciones a las que se verá afectado a lo largo de su ciclo de vida. Con este planteamiento, podemos decir que la “adquisición” es sólo el primer eslabón de una larga cadena.
Apostar por software libre puede estar muy bien (en ningún momento decimos lo contrario), pero debemos analizar todos los factores, no sólo en coste de las licencias:
Integrado vs. integrable. Muchas herramientas de software libre se preocupan sólo de cubrir un pequeño espectro de nuestras necesidades y tendremos que buscar la integración de varias piezas para cubrir el 100%. Sin embargo, algo que pueda llegar a integrarse con otra cosa no es lo mismo que un único ente en el que todo ya está integrado. Tendremos que analizar quién va a hacer la integración y cuánto cuesta hacerla, pero ¿Cuál es la potencia real que dará la integración? ¿Qué riesgos corremos? ¿Quién lo va a mantener a futuro? ¿Cómo afecta a la actualización de cada una de las partes?
Analizar los riesgos. Es uno de los puntos más importantes a tener en cuenta, analizar bien los riesgos a los que nos enfrentamos integrando varias herramientas de software libre para que funcionen como un todo. Si las cosas van bien, estupendo, pero ¿y si van mal?
Adaptaciones open source. Aunque no sean lo mismo, muchas veces se confunden las soluciones open source con el software libre, y la capacidad de poder “tocar el código” acaba siendo un factor determinante en la decisión. Y puede que efectivamente lo sea, pero la cuestión es cómo vamos a migrar esas adaptaciones de código a las nuevas versiones del software. ¿Quién las va a hacer? ¿Tenemos capacidad humana y económica de mantenerlas en el tiempo? ¿Realmente merece la pena invertir en ello o sería mejor dedicar esfuerzos a otros factores clave de nuestro negocio?
Mantenimiento en el futuro. Muchas herramientas de software libre (no todas, pero sí muchas), no cuentan con servicios de soporte para resolver incidencias y para actualizaciones futuras, con lo que esas actividades tienen que ser asumidas por el propio departamento de TI con su correspondiente esfuerzo y riesgo.
Supongo que habrá muchos más factores a tener en cuenta, pero simplemente con los anteriores, si traducimos el esfuerzo en horas y costes económicos, aún sin analizar los riesgos a los que nos enfrentamos, sirve para ilustrar que software libre y gratis no significa lo mismo. Si has tenido en cuenta todos los factores anteriores, y resulta que la solución de software libre presenta un mejor análisis global que adquirir una solución comercial: enhorabuena y adelante, no lo pienses más. Sin embargo, si no has tenido en cuenta todos los factores anteriores, aún estás a tiempo de volver a revisar tu decisión, porque quizá el análisis no haya sido todo lo preciso que tu negocio necesita.
Jandro Castro