#ITILGlossary - CAB
A la hora de constituir el CAB (o los CABs) de nuestra organización, debemos tener en cuenta que no siempre las mismas personas son las más adecuadas para decidir según qué cambios: por ejemplo, para cambios referentes al core de comunicaciones nos interesará contar con determinados perfiles técnicos o incluso con proveedores externos que nos asesores, pero para realizar otros cambios sobre aplicativos de gestión internos, los involucrados podrían ser otros.
Esto denota la circunstancia de que podríamos necesitar la definición de varios CABs, no solo uno, en cuyo caso sí debería darse cierta continuidad entre ellos, haciendo que personas clave participen en todos ellos. Además, no hay que caer en la equivocación de que todos los integrantes del CAB son personal de TI, ya que se debería contar con la participación de los dueños de los servicios impactados, o incluso con la colaboración de los usuarios que usan mayoritariamente el servicio (un cambio en el CRM podría ser técnicamente viable desde el punto de vista técnico, pero muy poco apropiado desde el punto de vista comercial al publicar información sensible a personas que no deberían tener acceso a la misma; de igual manera, un cambio en el sistema de RRHH debería ser validado por los usuarios de dicho sistema, tanto en la funcionalidad como en las fechas más adecuadas para su despliegue).
Por último, también debe tenerse en cuenta que el CAB no solo debería centrarse en la evaluación y autorización de cambios, sino que también debería realizar revisiones sobre los cambios estándar que han sido realizados (aunque este tipo de cambios no requieran de autorización previa, no implica que no deban ser controlados por el CAB y el proceso de Gestión de Cambios).
Jandro Castro