Cuantificar el ROI de implantar ITIL (3 de 3)

Para justificar un proyecto de implantación de ITIL deberíamos ser capaces de demostrar un beneficio cuantificado tras la finalización del proyecto. ¿Se ha planteado alguna vez cómo calcular el ROI de implantar ITIL?
En el artículo anterior intentamos sugerir cómo hacer un cálculo de la conveniencia o no de abordar un proyecto de implantación de ITIL.
Terminaremos esta serie de artículos intentando encontrar una expresión lo más sencilla posible que nos ayude a hacer un cálculo, aunque sea grosso modo, para saber si el proyecto merece la pena ser ejecutado o si, por el contrario, sería mejor seguir como hasta ahora.
De manera muy simplificada, tenga en cuenta que consideramos que el proyecto debe ser ejecutado si:
Coste situación actual > Coste del proyecto + Coste situación final
Por otra parte, podemos considerar:
Coste situación actual = Coste actual de provisión + Coste de oportunidad
Así mismo, podemos considerar:
Coste situación final = Coste actual de provisión + Factor de mejora * Coste actual de oportunidad,
Donde Factor de mejora es un valor entre 0 y 1, representando 1 que la situación final es idéntica a la de partida y 0 que la situación final es el óptimo.
Entonces, sin más que operar tenemos:
Coste del proyecto < Coste de oportunidad * (1 - factor de mejora)
Esto significa que el proyecto debe ser ejecutado si el coste es inferior al coste de oportunidad multiplicado por un factor de mejora.
Por ejemplo, si el coste de oportunidad es 80.000$ y el factor de mejora es 0.7, el proyecto sólo deberá abordarse si su coste es inferior a 56.000$.
Respecto al factor de mejora no sea demasiado ambicioso y considere que la mejoría será máxima o estará suponiendo que su organización operará en el máximo de eficiencia, lo cual es a todas luces altamente improbable.
Además tenga en cuenta que el coste del proyecto suele tener un pico durante su ejecución y un valor menor pero constante en años posteriores (por ejemplo la consultoría de implantación no tiene por qué continuar tras la finalización del proyecto). Sin embargo, el coste de oportunidad suele ser recurrente y aparecer año tras año (por ejemplo las horas extra dedicadas a incidencias provocadas por cambios mal gestionados).
Así que para hacer la comparación justa debería considerar el coste de oportunidad en un año y el coste anual del proyecto tras su finalización añadiendo un parte del coste de ejecución inicial (lo que vendría a ser una amortización).
Por ejemplo, simplificando mucho consideremos que el coste del proyecto fuese sólo la adquisición de software. Supongamos que ese coste es 30.000$ y que el software le será útil durante 5 años. Entonces, el coste anual del proyecto sería 6.000$. Esta es la cifra que tendrá que comparar con el coste de oportunidades corregida con el factor de mejora como indicábamos anteriormente.
Espero que lo disfruten.
José Luis Fernández Piñero


¿Seguridad dispar? ¡Riesgo asegurado!

¿Qué nos trae el 2025? Las tendencias en ITAM e ITSM que lo cambiarán todo
