Siete razones por las que el código cerrado es mejor que el código abierto (o eso parece…)
En la red existen múltiples estudios y publicaciones comparativas entre el software comercial (“código cerrado”) y el open source (“código abierto”). Hay opiniones para todos los gustos y colores, y cada una de ellas debe interpretarse bajo el ámbito y uso que se quiera dar al sistema (no es lo mismo utilizar un sistema en un ámbito profesional o corporativo, que para un uso doméstico o educativo).
En este artículo se darán 7 razones por la que (parece) el software comercial podría ser una mejor opción que el software de código libre, al menos en el ámbito profesional.
Sin pretender sentar cátedra (ni muchísimo menos), a continuación me gustaría presentar algunas ideas por las cuales parece que el software comercial podría ser una alternativa mejor que el software de código libre, siempre centrados en entornos profesionales (corporativos).
Los que me conocéis sabéis que suelo ser muy abogado del diablo, así que el objetivo aquí no es tanto dar una “sentencia”, si no mostrar otra forma de ver las cosas, y plantear una serie de puntos sobre los que comenzar a pensar. Este artículo está traducido de otro publicado en opensource.com (Seven reasons why closed source is better than open source, or so it seems), que a mí me ha hecho pensar bastante, así que ahora os paso la pelota a vosotros… A partir de aquí, que cada cual saque sus propias conclusiones.
Aquí van las 7 (posibles) razones:
No tendrás que preocuparte en solucionar malos funcionamientos del software o cualquiera de sus componentes cuando algo va mal. En el código abierto es necesario que un ingeniero revise el código, detecte el punto del error, contacte con la comunidad de programadores encargados de su mantenimiento, buscar la manera de corregirlo,... lo cual implica un gran gasto de tiempo (que no deja de ser un gasto económico en forma de horas-hombre).
No tendrás que preocuparte de publicar los cambios realizados al código. Si bien el caso de código cerrado no es posible realizar adaptaciones al código, sí se podrán realizar configuraciones concretas, o interfaces con otros sistemas, que no tendrán que publicarse a la comunidad.
No hay que pensar en términos de licenciamiento ni en su grado de cumplimiento. No todos los esquemas de licenciamiento open source son iguales, y cada fabricante puede tener sus propias cláusulas o políticas particulares. Conocer el detalle de cada una de ellas, así como entender cuándo se pueden aplicar, y cuándo hay que aplicar otros licenciamientos para su uso no-personal, puede llegar a ser algo realmente complejo para ojos no expertos en la materia.
No será necesario escoger entre múltiples opciones para cada uno de los componentes individuales que forman parte de la solución final. Si bien puede verse como una ventaja, poder escoger cada una de las piezas / componentes que forman parte de la solución global puede ser todo un dilema cuando se trabaja con sistemas de código abierto (¿qué motor web usar? ¿qué BD? ¿qué GUI? ¿qué librería de encriptación?...). La integración de cada uno de estos componentes puede ser a su vez toda una aventura, no siempre con final feliz 🙁
No será necesario buscar la documentación, sólo hay que pedirla al fabricante. Los sistema de código abiertos suelen contar con gran cantidad de documentación, manuales, presentaciones,... disponibles para su descarga en la red, pero encontrar la información más adecuada y más fiable puede llevar bastante tiempo. Contar con información no actualizada o de baja fiabilidad puede llegar a ser algo muy peligroso.
Es más fácil encontrar asistencia técnica. ¡¡ Nadie mejor que el fabricante para dar soporte a sus propios sistemas !!
Simplemente puedes tirar la toalla... y no preocuparte de buscar un sistema optimizado, re-optimizado, reconstruido, refactorizado,... Simplemente hay que seleccionar la solución que más encaja en tus necesidades, y a partir de ahí delegar en el fabricante, él lo hará todo por nosotros.
Ya sé que hay mil y un matices en cada uno de los puntos anteriores, y algunos pueden no aplicar según qué casos, pero ahí quedan para que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones...
Jandro Castro