La importancia de la certificación de software
El mundo de las herramientas software para la gestión de servicios de TI (ITSM Software) se ha convertido en un sector con una amplia diversidad, con muchos tipos de aplicaciones disponibles -cada una con sus bondades y defectos-, pero en general, con un elevado grado de calidad y madurez.
Aunque esta calidad y madurez resulta ser tremendamente heterogénea, ya que la creciente demanda de prestación de servicios de calidad hace que el mercado de este tipo de herramientas sea cada vez más amplio y, por lo tanto, cada vez más apetitoso para todo tipo de fabricantes de software.
Esta creciente oferta tiene puntos muy positivos para el usuario y cliente final, pero también puede convertirse en una pequeña trampa si no se sabe distinguir el grano de la paja, o lo que es lo mismo, si no se logran distinguir las aplicaciones contrastadas y específicas para ITSM Software, de las aplicaciones generalistas sin un gran respaldo en el mercado.
Para hacer esa distinción, sin duda, una de las mejores opciones que está al alcance del “comprador” es la certificación de la herramienta, que servirá para hacer un primer filtro inicial: lo certificado vs lo no certificado, permitiendo discriminar aquello que no tiene ningún sello que lo acredite como “ITIL Compliant”. Lo mismo que le pedimos el título de arquitecto a quien nos construya la casa o de doctor a quien nos vaya a operar, tendríamos que pedir el título “itílico” a la herramienta en la que confiemos la implementación de nuestros procesos ITSM.
De entre todas las certificaciones, destacan dos muy por encima de cualquier otra:
- PinkVERIFY, estándar de facto en el mercado -recientemente avalada por APMG-, que permite certificar un elevado número de procesos como "ITIL Compliant" utilizando como marco de referencia ITIL v3 o incluso la reciente revisión ITIL 2011.
- ISS (ITIL Software Scheme), aprobación entregada directamente por APMG en representación de The Office Cabinet, que amplia la anterior PinkVERIFY, ya que no sólo se centra en una “revisión teórica”, sino que también revisa escenarios en los que la herramienta se encuentre en producción de manera eficiente en clientes reales (requisito imprescindible para obtener los niveles más alto de aprobación, ISS Gold Level).
Sea cual sea la herramienta que busquemos, ya no sirve con que el fabricante nos asegure su “alineación a ITIL”, será necesario que esa supuesta alineación se garantice con certificados oficiales, PinkVERIFY y/o ITIL Software Scheme.
Jandro Castro