La importancia de renovarse (o morir)
Aunque el adiós lo dijo hace mucho tiempo, leer en las noticias que los sistemas de BlackBerry dejan de estar definitivamente activos, he de reconocer que me ha puesto los pelos de punta. Lo que fue el líder indiscutible de los dispositivos y plataformas de comunicación corporativas ha pasada del todo a la nada, hasta el punto de que los usuarios han decidido renovarse lo que le ha hecho desaparecer tras poco más de 20 años de su nacimiento. Los que como yo tuvimos la suerte de usar algunos de sus dispositivos, seguro que los recordaremos durante mucho tiempo…
El ritmo al que avanza la tecnología hoy en día es sencillamente increíble (y con una curva de aceleración cada vez más pronunciada). Quien se queda en su zona de confort, sencillamente desaparece más pronto que tarde. En nuestro sector, el dicho de “renovarse o morir” debemos tenerlo incluido de serie en nuestro ADN.
Y esta necesidad de innovación, mejora y adaptación constante, no solo aplica a los que nos dedicamos a la provisión de servicios o sistemas tecnológicos, también aplica a los propios departamentos de TI internos de las organización.
Está claro que para los que proveemos soluciones, como Proactivanet, en la innovación nos va el negocio, y esa mejora constante es algo que ya tenemos tremendamente interiorizado como una tarea más de nuestro día a día (que muchas veces ni tan siquiera somos conscientes de ella, porque es algo que simplemente está en todos lados, todos los días, en todas las cosas). Por ejemplo, ya no vale con proveer sistemas de chat, ahora deben ser chatbots multicanal, con capacidad de automatización, accesibles desde Teams, Telegram, WhatsApp,... Tampoco vale solo con conocer los equipos que hay en la organización, ahora hay que conocer también los que están en la nube, cuáles son sus vulnerabilidades, ser capaces de parchearlos sin levantarse de la silla aunque el equipo esté en el otro extremo del mundo,... Podríamos poner cientos de ejemplos.
Pero todos esos avances no solo deben ser ofrecidos por los proveedores, es importante que también sean usados por los clientes (el valor se genera usando las cosas, no simplemente “teniéndolas”). Los departamentos de TI, ya den soporte a usuarios internos o externos, tendrán que empezar a utilizar las ventajas competitivas que ofrecen las innovaciones tecnológicas que ponen a su alcance los proveedores. Ya no sirve con atender a los usuarios en determinado horario, será necesario empezar a hacerlo 24x7x365, y para ello habrá que empezar a sacarle partido a los chatbots (pocos tendrán la capacidad de disponer técnicos con ese horario, así que lo más razonable y económico será usar los robots, que para eso están). Tampoco sirve lamentarse con un “cómo íbamos a pensar que nos iban a atacar a nosotros” después de recibir un ciberataque, hay que cambiar el modo de pensar y actuar, y dejar de ser reactivos para dar un paso adelante hacia la proactividad, atajando los potenciales riesgos antes de que se conviertan en problemas reales.
Algunas de las “renovaciones” que ayudarán a las organizaciones TI a no morir en el camino serán relativamente sencillas, pero otras no tanto. Por ello, es importante medir bien las capacidades de las que contamos, y rodearnos de buenos proveedores y colaboradores que nos ayuden en el camino compartiendo con nosotros su experiencia y saber hacer. Pero por muy complicado que parezca el camino a recordar, recuerda que no hay más remedio que andarlo, porque ahora más que nunca, hay que renovarse o morir.