Los BIA como herramienta para priorizar muchas cosas
Los Análisis de Impacto en el Negocio (BIA, Business Impact Analysis) son una parte fundamental del proceso de Gestión de la Continuidad de los Servicios, pero tienen mucha más utilidad e interés para otros procesos como para dejarlos “encajonados” solo en la continuidad. Veamos…
Un buen análisis de impacto (BIA) determinará de manera más o menos objetiva la criticidad del servicio de cara al negocio (y si no es tan objetiva, quizá es que el BIA no esté del todo bien hecho…). Esa prioridad para el negocio tiene un impacto directo a la hora de desarrollar los planes de recuperación (los niños y los prioritarios primero) y las estrategias de reducción de riesgos para evitar indisponibilidades que rocen la catástrofe.
Pero esa priorización apoyada en los BIA resulta de gran interés para otros procesos:
- ¿No es lógico que los planes de disponibilidad tengan muy en cuenta estas criticidades para el negocio, priorizando las actuaciones en los servicios con más dificultades, pero ponderados según la criticidad?
- ¿No es lógico que la gestión de niveles de servicio, con sus SLAs, OLAs y UCs, tengan bien claro qué servicios son los que más pueden llegar a afectar al negocio, y tratemos de restaurarlos, junto con la gestión de incidencias, lo antes posible?
- ¿Y cuando nos ponemos a con la gestión de problemas proactiva, no sería lógico empezar primero por estos servicios?
- ¿Y cuáles son los servicios que más detalle deberían tener en la CMDB, de tal manera que garanticemos que el resto de procesos tengan cuanta más información mejor para que todo vaya sobre ruedas?
Saquemos los BIA de la Gestión de Continuidad y “movámoslos” al Catálogo y Portfolio de Servicios, sepamos desde el primer momento cuánto sufre nuestro negocio ante una potencial pérdida de los servicios más críticos, y tomemos medidas preventivas y correctivas desde el primer momento.
A estas alturas alguno se ha llevado las manos a la cabeza, porque como ITSCM y los BIA están en la fase de diseño del ciclo de vida del servicio, se supone que cuando llegan algunos de los procesos comentados anteriormente, todo esto ya debería estar listo y perfectamente claro. Pero seamos sinceros, en el mundo real, ¿cuántas veces diseñamos el plan de continuidad antes de ponernos manos a la obra con la construcción y puesta en marcha de los servicios? Yo estoy cansado de verlo, comenzar la casa por el tejado, y si eso no somos capaces de cambiarlo, por lo menos, demos un voto de confianza a los BIA y aprovechémoslos al máximo.
Alejandro Castro