¿Por dónde empiezo y hasta dónde llego con mi CMDB?
La verdad es que arrancar un proyecto para implantar el proceso de gestión de configuración y su correspondiente CMDB da un poco de miedo, o por lo menos impresiona un poco… La duda es la de siempre, ¿por dónde empiezo, y hasta dónde tengo que meter en la CMDB? Ahí van algunos consejos que espero te sean de ayuda.
Lo primero, ¿tienes claro cuál es tu catálogo de servicios? ¿No? Pues no sigas con la CMDB, define primero el catálogo, y cuando lo tengas listo, retoma el proyecto de CMDB…
¿Y el inventario de tus activos, cómo lo tienes? Si de nuevo la respuesta es que no lo tienes, o que lo tienes un tanto olvidado volvemos a estar en problemas. Pon al día tu inventario, y luego ya podrás seguir…
Si llegaste leyendo hasta aquí supongo que tendrás un catálogo e inventario relucientes, listos para poblar tu nueva flamante CMDB. Como ya tienes los servicios bien claros (al menos los de negocio), eso será el primer paso, crear todos los servicios en la CMDB, con su correspondiente CI, y si puede ser, con un icono relevante para identificarlos bien (puede parecer una tontería, pero lo del icono ayuda mucho para no perderte cuando te líes a crear relaciones). Junto con los servicios de negocio habrás detectado una buena colección de servicios técnicos que sustentan a los anteriores, así que también hay que darlos de alta (preferentemente con un tipo de CI distinto a los de negocio, para diferenciarlos bien). Con esto, fase 1 terminada 😉
Por otro lado, como ya tenemos los activos recogidos en el inventario, es hora de pensar cuáles de ellos deben alimentar la CMDB. No soy amigo de meterlo todo en la CMDB, porque seguro que el inventario tiene mil elementos que no aportan mucho en la CMDB, y con tenerlos bien controlados en la gestión de activos es más que suficiente. ¿Dónde pongo la (primera) barrera de lo que entra en la CMDB y lo que no? Como el límite hay que ponerlo en algún sitio, yo siempre uso la misma regla:
- Solo meto en la CMDB los elementos que son relevantes para la prestación del servicio (y no tanto para consumirlos)
- Me centro en el HW & SW que está dentro de los CPDs, no elementos “desperdigados” por la red (salvo los armarios y elementos de comunicación, que siempre meto desde el primer momento)
La regla anterior puede sonar muy radical, y es probable que se queden fuera algunos elementos relevantes, pero insisto en que estamos en la primera aproximación (iteración) de la CMDB, posteriormente la iremos ampliando y mejorando.
Si ya tenemos los servicios de negocio, los técnicos, y la infraestructura, llegó el momento de ponerse a relacionar los unos con los otros, siguiendo el siguiente orden:
- Primero modelamos los servicios técnicos, que serán los que luego reutilizaremos un montón de veces para relacionarlos con los de negocio
- En segundo lugar, justamente lo que acabamos de comentar, relacionar los servicios de negocio con los técnicos que los sustentan
- Por último, relacionar los servicios de negocio con la infraestructura específica de cada uno de ellos
¡¡Ya está!! Ya tenemos nuestra CMDB v1.0, y a partir de aquí, no queda más que iterar, iterar e iterar en ciclos de mejora continua:
- Creando servicios de negocio que se nos habían olvidado o que van apareciendo
- Refinando los servicios técnicos más críticos y que más dificultades nos crean
- Metiendo más detalle (profundidad) a los CIs incluidos en el alcance
- Ampliando el alcance para meter más CIs, o incluso la parte consumidora de los servicios más críticos o los que más dolores de cabeza nos dan
Cierto es que esta primera versión de la CMDB quizá sea un poco “tristona”, pero alguna vez tendríamos que lanzar la primera piedra, y no quedarnos atascados en parálisis por análisis. Si el resultado no te convence del todo, bien fácil, empieza con la mejora continua y dale una primera vuelta a la rueda de Deming 😉
Espero que lo disfruten
Jandro Castro